lunes, 21 de mayo de 2012

Conceptos


Sociolingüística


La sociolingüística estudia el lenguaje en relación con la sociedad. Su objetivo de análisis es la influencia que tienen en una lengua los factores derivados de las diversas situaciones de uso, tales como la edad, el sexo, el origen étnico, la clase social o el tipo de educación recibida por los interlocutores, la relación que hay entre ellos o el tiempo y lugar en que se produce la comunicación lingüística. A grandes rasgos, existen dos vertientes dentro de la sociolingüística: una empírica, que se encarga sobre todo de la recogida de datos y que posiblemente sea la responsable del desarrollo actual de la disciplina; y una teórica, cuyo objetivo es la reflexión sobre esos datos. La investigación en sociolingüística se desarrolla principalmente en tres campos: el de la sociolingüística cuantitativa urbana o variacionismo (esta rama estudia la variación lingüística asociada  a factores sociales que se da en un hablante o en una comunidad de hablantes), el de la sociología del lenguaje  y el de la Etnografía de la comunicación.  Entre estas corrientes hay diferencias teóricas y metodológicas importantes. Además, cada país tiene unas escuelas, unas tradiciones, unas convenciones de estudio y unas situaciones sociolingüísticas particulares que determinan las investigaciones. Algunos lingüistas, ante el desacuerdo existente acerca de qué parcelas son objeto de estudio de la sociolingüística y cuáles quedarían fuera de su ámbito de estudio, han propuesto que los estudios sociolingüísticos pueden incluir desde el estudio de la comunicación interpersonal, por ejemplo los actos de habla o la secuenciación de enunciados (microsociolinguística), hasta el estudio de la planificación lingüística, la elección de la lengua en comunidades bilingües o plurilingües o las actitudes lingüísticas (macrosociolingüística).

Estilística


En su sentido moderno, la Estilística es la parte de los estudios literarios que se ocupa del análisis de los rasgos de estilo generales de la literatura. Para ello se realiza un estudio teórico, partiendo de la generalización de estudios de estilo parciales sobre diferentes obras, autores y épocas. El lingüista suizo Charles Bally, fundador de la escuela de Ginebra, introdujo el término "Estilística", e intentó sistematizar este campo de estudio y aplicación de la lingüística. Para ello distinguió entre una estilística general que se ocuparía del lenguaje; una estilística particular que trataría de la lengua, y una individual que estudiaría las variantes de expresión y estilo en el habla. Concretamente, Bally desarrolló una estilística particular o de la lengua preocupándose por definir las conexiones entre las formas de expresión y el pensamiento, así como la determinación que viene impuesta sobre determinadas formas de expresión debido a un sistema lingüístico y el grupo que lo usa. Otros estudiosos de la estilística, como el filósofo e historiador italiano Benedetto Croce, el filólogo alemán Karl Vossler, el filólogo e hispanista austriaco Leo Spitzer, o en España el filólogo Amado Alonso y el filólogo y crítico literario Dámaso Alonso, identificaron estética y lingüística al considerar el estilo como un fruto natural de la expresión verbal del pensamiento. En palabras de Amado Alonso la estilística se ocuparía "del sistema expresivo de una obra, de un autor, de una época". En cierta manera, la Estilística ha sustituido a la Retórica clásica, eliminando lo que tenía de normativo. La Retórica intentaba aportar las normas para una correcta enunciación del discurso en la Oratoria, y de ahí se extendió a cualquier composición literaria. La poética de determinadas épocas, por ejemplo del siglo XVIII, tenía el mismo sentido. Pero, la Estilística pretende ser descriptiva y no normativa.

Psicolingüística


La psicolingüística es un área del saber interdisciplinar entre la lingüística y la psicología; su principal objeto de estudio es la relación que se establece entre el saber lingüístico y los procesos mentales que están implicados en él. En la actualidad, tres son los campos fundamentales de interés de la psicolingüística: el estatus y estructura del conocimiento lingüístico, la adquisición de la lengua en los niños y el aprendizaje de segundas lenguas en adultos. También son campos de estudio de esta disciplina el papel de la memoria en el uso de la lengua, el modo como se organiza el léxico y se accede a él, la forma como se estructura el significado y se organizan los conceptos, así como los procesos de aprendizaje de la lectoescritura. Así mismo, los intereses de la psicolingüística están muy próximos a los de la denominada neurolingüística, disciplina preocupada por las patologías del lenguaje. En relación con la adquisición de la lengua en los niños, el principal objetivo de la psicolingüística es el de determinar la naturaleza y funcionamiento de las operaciones mentales implicadas en la utilización del saber lingüístico; el objetivo es llegar a construir un modelo psicológico del modo como se codifica (produce) y descodifica (comprende) la lengua. Por esta vía, la psicolingüística se acerca al estudio de otros procesos cognitivos como el funcionamiento de la memoria, la percepción o el razonamiento, a la vez que se integra en el estudio de los procesos más generales de la comunicación humana. En la actualidad, el principal debate se establece entre los defensores de la teoría de la modularidad, que postulan que los distintos componentes del lenguaje (fonológico, morfológico, sintáctico, etc.) se procesan en áreas aisladas y especializadas de la mente, y otros modelos teóricos que discuten o matizan esta modularidad. En cuanto a la adquisición de la lengua por parte de niños, la pregunta a la que trata de responder la psicolingüística es cómo llegan los hablantes de una lengua a adquirir la competencia lingüística y comunicativa. La rapidez con la que se produce este proceso, así como la aparente facilidad con que se lleva a cabo, son los principales argumentos que se aducen a favor de la denominada hipótesis innatista, según la cual el hombre posee una disposición innata para aprender una lengua. La defensa de esta hipótesis descansa sobre el reconocimiento de universales lingüísticos, que parecen apuntar hacia la existencia de una unidad subyacente a todas las lenguas naturales. Frente a esta hipótesis, algunos autores defienden la teoría del interaccionismo social, que postula que las estructuras del lenguaje que posee el niño no son innatas, sino que son fruto de las interacciones en las que el ser humano participa desde el momento en que nace. Finalmente, la psicolingüística estudia también los procesos de adquisición de una segunda lengua por parte de adultos. En este sentido, se establece un contraste entre este proceso de aprendizaje y el de adquisición de la lengua materna, que es natural, espontáneo y se produce de forma paralela a un proceso de maduración cognitiva. Resumidamente, la comparación de estos dos procesos ha llevado a formular tres hipótesis distintas:

·         La adquisición de la lengua materna y de una segunda lengua se rigen por unos mismos principios;

·         La adquisición de la segunda lengua está condicionada por la estructura de la lengua materna, de modo que la estructura de esta última tendrá consecuencias en el proceso de aprendizaje: se aprenden con mayor facilidad las estructuras de la segunda lengua coincidentes con las de la lengua materna;

·         El aprendizaje de una segunda lengua es gradual y está regido por procesos cognitivos del individuo, que construye sistemas intermedios entre su lengua y la que aprende (interlenguas) cada vez más próximos al de la lengua meta.

El énfasis en una u otra de estas teorías está en la base de los distintos enfoques que se han utilizado en la enseñanza de lenguas.

Neurolingüística


La Neurolingüística es una rama de la Lingüística teórica surgida de la relación de la Lingüística con la Biología (Neurología), que aúna los puntos de vista lingüístico y neurológico del lenguaje. Se trata de una parte de la Neuropsicología que estudia el substrato neurológico del lenguaje, es decir, las correlaciones entre el lenguaje y las funciones cerebrales, en situaciones de normalidad y patológicas, Por tanto, estudia el funcionamiento del lenguaje verbal y sus manifestaciones en correlación con el cerebro.

Modularidad del pensamiento


La modularidad de la mente es tema polémico en las ciencias cognitivas. La cuestión que se plantea es si la mente constituye un sistema unitario con el que captamos, operamos y resolvemos cualquier tipo de problema, sea éste de carácter lógico matemático, físico, lingüístico o social; o si por el contrario la mente es un conjunto de procesos y sistemas especializados en resolver diferentes tipos de problemas, con estructura y competencia distinta según el campo sobre el que operan. Podemos distinguir dos grandes tipos de teorías de la mente. Unas concepciones, propias de la <<posición heredada>>, consideran la mente como una estructura, sistema o mecanismo de carácter o propósito general, y por tanto independiente y a la vez competente en cualquier contenido concreto de aprendizaje. Tal planteamiento es propio de posiciones empiristas, asociacionistas y conductistas, que entienden la mente tanquam tabula rasa al nacer el individuo, y que se va llenando a lo largo de la vida con las experiencias y contenidos específicos, conforme a las leyes generales del aprendizaje. El segundo tipo de teorías, que se está mostrando más acorde con investigaciones procedentes de diversas ciencias cognitivas, plantea una concepción modular. La mente estaría constituida por un conjunto de módulos especializados, sistemas funcionales, memorias diversas, inteligencias múltiples. Cada módulo es específico y especializado en un tipo de proceso o actividad. Así serían diferentes los módulos o sistemas responsables de las percepciones de objetos, la orientación en el espacio, el lenguaje, la interacción con otras personas. Parece razonable admitir que a lo largo del proceso evolutivo, han surgido y conformado estructuras cognitivas especializadas en el manejo y resolución de problemas en ámbitos o dominios muy distintos: el mundo físico y el mundo social. La realidad física plantea exigencias y presenta unas propiedades muy distintas a las del mundo interpersonal.

Para la concepción modular, la mente es mas bien como <<navaja suiza>>, compuesta por multitud de componentes y herramientas especializadas en tareas muy específicas. La  estructura modular de la <<navaja suiza>> es una buena analogía para ilustrar la organización modular de la mente, resultado de un largo proceso filogenético, en el que han aparecido sucesivas estructuras y mecanismos para enfrentarse a problemas distintos, para adaptarse, sobrevivir y dejar descendencia.

Propuestas de Halliday


Según Halliday (1975 : 148) existen tres grandes metafunciones del lenguaje, a saber:

a) la función ideativa que representa la relación entre el hablante y el mundo real que lo rodea incluyendo el propio ser como parte de él. Expresa la experiencia del hablante pero también la estructura y determina la forma en que vemos el mundo.

b) la función interpersonal, que permite el establecimiento y mantenimiento de relaciones sociales. Se trata de una función interactiva y sirve para expresar los diferentes roles sociales incluyendo los roles que cada uno asume en la comunicación.

Estas dos funciones básicas manifiestan los objetivos que las personas persiguen empleando el lenguaje: entender el mundo y actuar en él. La tercera metafunción es necesaria para hacer funcionar los componentes ideativo e interpersonal, en este sentido, es instrumental para ellas. Se trata de:

c) la función textual, a través de la cual la lengua establece correspondencia entre ella misma y la situación en la cual se emplea. Esta función permite establecer las relaciones de cohesión entre las partes de un texto y su adecuación a la situación concreta en que concurre.

Todas las metafunciones mencionadas se reflejan en la estructura de la cláusula a través de diversas estrategias.

La función ideativa se codifica mediante el modelo de la transitividad que constituye la expresión lingüística de los procesos, los participantes en el proceso y las circunstancias asociadas. Es representado en el esquema sintáctico SVO que representa típicamente el esquema semántico agente + proceso + paciente. Este modelo estructural permite codificar toda la gama de opciones semánticas posibles. De esta forma, se puede codificar información acerca de cualquier tipo de proceso (acción, evento, comportamiento, proceso mental, proceso verbal, existencia o relación). (Halliday 1985, 1989)

La función interpersonal se codifica mediante el sistema de modalidad, expresión gramatical de las " ‘funciones discursivas’ básicas de afirmación, pregunta, respuesta, orden y exclamación" (Halliday 1985 : 167). Refleja la actitud del hablante respecto a lo que dice y a quién se lo dice. La modalidad se manifiesta mediante una gran variedad de medios: léxicos, gramaticales, fonético-fonológico (entonación).

El principal recurso de codificación de la función textual es la tematización, es decir, la organización de la cláusula en forma de Tema más exposición (Rema). Mediante esta, se conecta la cláusula con el texto del que forma parte y le da cohesión. El Tema le permite al interlocutor seguir el hilo de lo que se le está diciendo y el Rema le proporciona nueva información sobre el primero. Es en esta función en que centro el interés del presente trabajo. La transitividad, la modalidad y la tematización reflejan las tres metafunciones del lenguaje, anteriormente descritas, en la cláusula y representan el conjunto de opciones al cual el hablante recurre para construir su discurso y representar el mundo. Halliday (1975 : 149-150) señala que en cada acto de habla están presentes las funciones del lenguaje. El hablante tiene que elegir a la vez entre las diversas opciones. No decide primero qué contenido va a expresar para después seleccionar la modalidad – formular una frase aseverativa o una pregunta- y luego codificar el mensaje de acuerdo al contexto. Si las diferentes operaciones se realizaran de forma independiente, probablemente no llegaríamos nunca a expresar nada. El lenguaje no nos serviría de medio de comunicación, no sería eficiente. "Los actos de habla suponen una planificación continua y simultánea con respecto a todas las funciones del lenguaje." (ibid : 150) De ahí resulta que los diversos roles estructurales se solapan y una sola palabra puede representar diferentes significados. Por ejemplo, Alicia en la cláusula presentada en (3) ejerce las funciones de actor, sujeto y Tema4:

(3)

Alicia
compró
una casa
en el campo.



TRANSITIVIDAD
Agente
Proceso
Acción
Meta (paciente)
Locativo
MODALIDAD
Sujeto
Verbo finito
Objeto directo
Complemento circunstancial de lugar
TEMA
Tema
Rema

Podemos decir, entonces, que la cláusula, reflejando las tres funciones del lenguaje (ideativa, interpersonal y textual), está organizada como una representación de un proceso, como una unidad de intercambio entre personas y como un mensaje que transporta información. (Halliday 1985 : 36-37)

Otros autores han definido la cláusula desde un punto de vista cognoscitivo como veremos en el apartado siguiente.

Bibliografía


Diccionario de términos clave de ELE . (s.f.). Recuperado el 16 de mayo de 2012, de Centro Virtual Cervantes: http://cvc.cervantes.es/ensenanza/biblioteca_ele/diccio_ele/diccionario/sociolinguistica.htm

Feito Grande, L., & García García, E. (2007). Nuevas perspectivas científicas y filosóficas sobre el ser humano. Madrid: Universidad Pontífica de Comillas de Madrid.

Jiménez Ruiz, J. L. (2001). Iniciación a la Lingüística. Alicante: Club Universitario.

Literatura prosista - Teoría Literiaria. (s.f.). Recuperado el 16 de mayo de 2012, de Cultura educativa: http://www.cultureduca.com/litepros_teoria_estilist2.php






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