Sociolingüística
La sociolingüística estudia el
lenguaje en relación con la sociedad. Su objetivo de análisis es la influencia
que tienen en una lengua los factores derivados de las diversas situaciones de
uso, tales como la edad, el sexo, el origen étnico, la clase social o el tipo
de educación recibida por los interlocutores, la relación que hay entre ellos o
el tiempo y lugar en que se produce la comunicación lingüística. A grandes
rasgos, existen dos vertientes dentro de la sociolingüística: una empírica, que
se encarga sobre todo de la recogida de datos y que posiblemente sea la
responsable del desarrollo actual de la disciplina; y una teórica, cuyo
objetivo es la reflexión sobre esos datos. La investigación en sociolingüística
se desarrolla principalmente en tres campos: el de la sociolingüística
cuantitativa urbana o variacionismo (esta rama estudia la variación lingüística
asociada a factores sociales que se da
en un hablante o en una comunidad de hablantes), el de la sociología del lenguaje y el de la Etnografía de la
comunicación. Entre estas corrientes hay
diferencias teóricas y metodológicas importantes. Además, cada país tiene unas
escuelas, unas tradiciones, unas convenciones de estudio y unas situaciones
sociolingüísticas particulares que determinan las investigaciones. Algunos
lingüistas, ante el desacuerdo existente acerca de qué parcelas son objeto de
estudio de la sociolingüística y cuáles quedarían fuera de su ámbito de
estudio, han propuesto que los estudios sociolingüísticos pueden incluir desde
el estudio de la comunicación interpersonal, por ejemplo los actos de habla o
la secuenciación de enunciados (microsociolinguística), hasta el estudio de la
planificación lingüística, la elección de la lengua en comunidades bilingües o
plurilingües o las actitudes lingüísticas (macrosociolingüística).
Estilística
En su sentido moderno, la
Estilística es la parte de los estudios literarios que se ocupa del análisis de
los rasgos de estilo generales de la literatura. Para ello se realiza un
estudio teórico, partiendo de la generalización de estudios de estilo parciales
sobre diferentes obras, autores y épocas. El lingüista suizo Charles Bally,
fundador de la escuela de Ginebra, introdujo el término
"Estilística", e intentó sistematizar este campo de estudio y
aplicación de la lingüística. Para ello distinguió entre una estilística
general que se ocuparía del lenguaje; una estilística particular que trataría
de la lengua, y una individual que estudiaría las variantes de expresión y
estilo en el habla. Concretamente, Bally desarrolló una estilística particular
o de la lengua preocupándose por definir las conexiones entre las formas de
expresión y el pensamiento, así como la determinación que viene impuesta sobre
determinadas formas de expresión debido a un sistema lingüístico y el grupo que
lo usa. Otros estudiosos de la estilística, como el filósofo e historiador
italiano Benedetto Croce, el filólogo alemán Karl Vossler, el filólogo e
hispanista austriaco Leo Spitzer, o en España el filólogo Amado Alonso y el
filólogo y crítico literario Dámaso Alonso, identificaron estética y
lingüística al considerar el estilo como un fruto natural de la expresión
verbal del pensamiento. En palabras de Amado Alonso la estilística se ocuparía
"del sistema expresivo de una obra, de un autor, de una época". En
cierta manera, la Estilística ha sustituido a la Retórica clásica, eliminando
lo que tenía de normativo. La Retórica intentaba aportar las normas para una
correcta enunciación del discurso en la Oratoria, y de ahí se extendió a
cualquier composición literaria. La poética de determinadas épocas, por ejemplo
del siglo XVIII, tenía el mismo sentido. Pero, la Estilística pretende ser
descriptiva y no normativa.
Psicolingüística
La psicolingüística es un área del
saber interdisciplinar entre la lingüística y la psicología; su principal
objeto de estudio es la relación que se establece entre el saber lingüístico y
los procesos mentales que están implicados en él. En la actualidad, tres son
los campos fundamentales de interés de la psicolingüística: el estatus y
estructura del conocimiento lingüístico, la adquisición de la lengua en los
niños y el aprendizaje de segundas lenguas en adultos. También son campos de
estudio de esta disciplina el papel de la memoria en el uso de la lengua, el
modo como se organiza el léxico y se accede a él, la forma como se estructura
el significado y se organizan los conceptos, así como los procesos de
aprendizaje de la lectoescritura. Así mismo, los intereses de la
psicolingüística están muy próximos a los de la denominada neurolingüística,
disciplina preocupada por las patologías del lenguaje. En relación con la
adquisición de la lengua en los niños, el principal objetivo de la
psicolingüística es el de determinar la naturaleza y funcionamiento de las
operaciones mentales implicadas en la utilización del saber lingüístico; el
objetivo es llegar a construir un modelo psicológico del modo como se codifica
(produce) y descodifica (comprende) la lengua. Por esta vía, la
psicolingüística se acerca al estudio de otros procesos cognitivos como el
funcionamiento de la memoria, la percepción o el razonamiento, a la vez que se
integra en el estudio de los procesos más generales de la comunicación humana.
En la actualidad, el principal debate se establece entre los defensores de la
teoría de la modularidad, que postulan que los distintos componentes del
lenguaje (fonológico, morfológico, sintáctico, etc.) se procesan en áreas
aisladas y especializadas de la mente, y otros modelos teóricos que discuten o
matizan esta modularidad. En cuanto a la adquisición de la lengua por parte de
niños, la pregunta a la que trata de responder la psicolingüística es cómo
llegan los hablantes de una lengua a adquirir la competencia lingüística y
comunicativa. La rapidez con la que se produce este proceso, así como la
aparente facilidad con que se lleva a cabo, son los principales argumentos que
se aducen a favor de la denominada hipótesis innatista, según la cual el hombre
posee una disposición innata para aprender una lengua. La defensa de esta
hipótesis descansa sobre el reconocimiento de universales lingüísticos, que
parecen apuntar hacia la existencia de una unidad subyacente a todas las
lenguas naturales. Frente a esta hipótesis, algunos autores defienden la teoría
del interaccionismo social, que postula que las estructuras del lenguaje que
posee el niño no son innatas, sino que son fruto de las interacciones en las
que el ser humano participa desde el momento en que nace. Finalmente, la
psicolingüística estudia también los procesos de adquisición de una segunda
lengua por parte de adultos. En este sentido, se establece un contraste entre
este proceso de aprendizaje y el de adquisición de la lengua materna, que es
natural, espontáneo y se produce de forma paralela a un proceso de maduración
cognitiva. Resumidamente, la comparación de estos dos procesos ha llevado a
formular tres hipótesis distintas:
·
La adquisición de la lengua materna y de una
segunda lengua se rigen por unos mismos principios;
·
La adquisición de la segunda lengua está
condicionada por la estructura de la lengua materna, de modo que la estructura
de esta última tendrá consecuencias en el proceso de aprendizaje: se aprenden
con mayor facilidad las estructuras de la segunda lengua coincidentes con las de
la lengua materna;
·
El aprendizaje de una segunda lengua es gradual
y está regido por procesos cognitivos del individuo, que construye sistemas
intermedios entre su lengua y la que aprende (interlenguas) cada vez más
próximos al de la lengua meta.
El énfasis en una u otra de estas
teorías está en la base de los distintos enfoques que se han utilizado en la
enseñanza de lenguas.
Neurolingüística
La Neurolingüística es una rama de la Lingüística teórica
surgida de la relación de la Lingüística con la Biología (Neurología), que aúna
los puntos de vista lingüístico y neurológico del lenguaje. Se trata de una
parte de la Neuropsicología que estudia el substrato neurológico del lenguaje,
es decir, las correlaciones entre el lenguaje y las funciones cerebrales, en situaciones
de normalidad y patológicas, Por tanto, estudia el funcionamiento del lenguaje
verbal y sus manifestaciones en correlación con el cerebro.
Modularidad del pensamiento
La modularidad de la mente es tema
polémico en las ciencias cognitivas. La cuestión que se plantea es si la mente
constituye un sistema unitario con el que captamos, operamos y resolvemos
cualquier tipo de problema, sea éste de carácter lógico matemático, físico,
lingüístico o social; o si por el contrario la mente es un conjunto de procesos
y sistemas especializados en resolver diferentes tipos de problemas, con
estructura y competencia distinta según el campo sobre el que operan. Podemos
distinguir dos grandes tipos de teorías de la mente. Unas concepciones, propias
de la <<posición heredada>>, consideran la mente como una
estructura, sistema o mecanismo de carácter o propósito general, y por tanto
independiente y a la vez competente en cualquier contenido concreto de
aprendizaje. Tal planteamiento es propio de posiciones empiristas,
asociacionistas y conductistas, que entienden la mente tanquam tabula rasa al nacer el individuo, y que se va llenando a
lo largo de la vida con las experiencias y contenidos específicos, conforme a
las leyes generales del aprendizaje. El segundo tipo de teorías, que se está
mostrando más acorde con investigaciones procedentes de diversas ciencias
cognitivas, plantea una concepción modular. La mente estaría constituida por un
conjunto de módulos especializados, sistemas funcionales, memorias diversas, inteligencias
múltiples. Cada módulo es específico y especializado en un tipo de proceso o
actividad. Así serían diferentes los módulos o sistemas responsables de las
percepciones de objetos, la orientación en el espacio, el lenguaje, la
interacción con otras personas. Parece razonable admitir que a lo largo del
proceso evolutivo, han surgido y conformado estructuras cognitivas
especializadas en el manejo y resolución de problemas en ámbitos o dominios muy
distintos: el mundo físico y el mundo social. La realidad física plantea
exigencias y presenta unas propiedades muy distintas a las del mundo
interpersonal.
Para la concepción modular, la mente
es mas bien como <<navaja suiza>>, compuesta por multitud de
componentes y herramientas especializadas en tareas muy específicas. La estructura modular de la <<navaja
suiza>> es una buena analogía para ilustrar la organización modular de la
mente, resultado de un largo proceso filogenético, en el que han aparecido
sucesivas estructuras y mecanismos para enfrentarse a problemas distintos, para
adaptarse, sobrevivir y dejar descendencia.
Propuestas de Halliday
Según Halliday (1975 : 148) existen
tres grandes metafunciones del lenguaje, a saber:
a) la función ideativa que
representa la relación entre el hablante y el mundo real que lo rodea
incluyendo el propio ser como parte de él. Expresa la experiencia del hablante
pero también la estructura y determina la forma en que vemos el mundo.
b) la función interpersonal, que
permite el establecimiento y mantenimiento de relaciones sociales. Se trata de
una función interactiva y sirve para expresar los diferentes roles sociales
incluyendo los roles que cada uno asume en la comunicación.
Estas dos funciones básicas
manifiestan los objetivos que las personas persiguen empleando el lenguaje:
entender el mundo y actuar en él. La tercera metafunción es necesaria para
hacer funcionar los componentes ideativo e interpersonal, en este sentido, es
instrumental para ellas. Se trata de:
c) la función textual, a través de
la cual la lengua establece correspondencia entre ella misma y la situación en
la cual se emplea. Esta función permite establecer las relaciones de cohesión
entre las partes de un texto y su adecuación a la situación concreta en que
concurre.
Todas las metafunciones mencionadas
se reflejan en la estructura de la cláusula a través de diversas estrategias.
La función ideativa se codifica
mediante el modelo de la transitividad que constituye la expresión lingüística
de los procesos, los participantes en el proceso y las circunstancias
asociadas. Es representado en el esquema sintáctico SVO que representa
típicamente el esquema semántico agente + proceso + paciente. Este modelo
estructural permite codificar toda la gama de opciones semánticas posibles. De
esta forma, se puede codificar información acerca de cualquier tipo de proceso
(acción, evento, comportamiento, proceso mental, proceso verbal, existencia o
relación). (Halliday 1985, 1989)
La función interpersonal se codifica
mediante el sistema de modalidad, expresión gramatical de las " ‘funciones
discursivas’ básicas de afirmación, pregunta, respuesta, orden y
exclamación" (Halliday 1985 : 167). Refleja la actitud del hablante respecto
a lo que dice y a quién se lo dice. La modalidad se manifiesta mediante una
gran variedad de medios: léxicos, gramaticales, fonético-fonológico
(entonación).
El principal recurso de codificación
de la función textual es la tematización, es decir, la organización de la
cláusula en forma de Tema más exposición (Rema). Mediante esta, se conecta la
cláusula con el texto del que forma parte y le da cohesión. El Tema le permite
al interlocutor seguir el hilo de lo que se le está diciendo y el Rema le
proporciona nueva información sobre el primero. Es en esta función en que
centro el interés del presente trabajo. La transitividad, la modalidad y la tematización reflejan las
tres metafunciones del lenguaje, anteriormente descritas, en la cláusula y
representan el conjunto de opciones al cual el hablante recurre para construir
su discurso y representar el mundo. Halliday (1975 : 149-150) señala que en
cada acto de habla están presentes las funciones del lenguaje. El hablante
tiene que elegir a la vez entre las diversas opciones. No decide primero qué
contenido va a expresar para después seleccionar la modalidad – formular una
frase aseverativa o una pregunta- y luego codificar el mensaje de acuerdo al
contexto. Si las diferentes operaciones se realizaran de forma independiente,
probablemente no llegaríamos nunca a expresar nada. El lenguaje no nos serviría
de medio de comunicación, no sería eficiente. "Los actos de habla suponen
una planificación continua y simultánea con respecto a todas las funciones del
lenguaje." (ibid : 150) De ahí resulta que los diversos roles
estructurales se solapan y una sola palabra puede representar diferentes
significados. Por ejemplo, Alicia en la
cláusula presentada en (3) ejerce las funciones de actor, sujeto y Tema4:
(3)
Alicia
|
compró
|
una casa
|
en el campo.
|
TRANSITIVIDAD
|
Agente
|
Proceso
Acción
|
Meta (paciente)
|
Locativo
|
MODALIDAD
|
Sujeto
|
Verbo finito
|
Objeto directo
|
Complemento
circunstancial de lugar
|
TEMA
|
Tema
|
Rema
|
Podemos decir, entonces, que la cláusula, reflejando las tres
funciones del lenguaje (ideativa, interpersonal y textual), está organizada
como una representación de un proceso, como una unidad de intercambio entre
personas y como un mensaje que transporta información. (Halliday 1985 : 36-37)
Otros autores han definido la cláusula desde un punto de vista
cognoscitivo como veremos en el apartado siguiente.
Bibliografía
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Virtual Cervantes:
http://cvc.cervantes.es/ensenanza/biblioteca_ele/diccio_ele/diccionario/sociolinguistica.htm
Feito Grande, L.,
& García García, E. (2007). Nuevas perspectivas científicas y
filosóficas sobre el ser humano. Madrid: Universidad Pontífica de
Comillas de Madrid.
Jiménez Ruiz, J. L.
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Literatura
prosista - Teoría Literiaria.
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